domingo, 20 de septiembre de 2015

SERIE "EL CLÓSET ES PARA LA ROPA" - Pregunta No. 5: ¿Dónde está mi amigo Zancudo? Seguir firmes en la fe.


He recordado durante este tiempo en que hemos hecho esta serie las experiencias que mi buen amigo “Zancudo” (les recuerdo que Zancudo fue un amigo muy especial que murió ya hace muchos años y que omito su nombre por reserva) compartió y compartimos. Lo conocí cuando preste servicio militar y durante el tiempo que compartimos aprendí muchas cosas.

Al llegar a la quinta pregunta y poder dar respuesta a la misma, he decidido soportar mi respuesta con una declaración que realizó la Primera Presidencia de la Iglesia el 29 de junio de 2015, que dió alcance a los cambios en los derechos constitucionales en los EEUU en este mismo año.

[…] El matrimonio entre un hombre y una mujer fue instituido por Dios y es fundamental en el plan que Él tiene para Sus hijos y para el bienestar de la sociedad. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; y henchid la tierra” (Génesis 1:27–28). “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). 
Las familias fuertes, guiadas por una madre y un padre amorosos, sirven como la institución fundamental para el cuidado de los hijos, para inculcar la fe y para transmitir a las futuras generaciones las fortalezas y los valores morales que son importantes para la civilización y cruciales para la salvación eterna.
Una familia edificada en el matrimonio de un hombre y de una mujer constituye el mejor entorno para que se afiance el plan de felicidad de Dios. Esa es la razón por la que, generalmente, las comunidades y las naciones han animado y protegido al matrimonio entre un hombre y una mujer, y a la familia que resulta de esa unión, como instituciones privilegiadas. Las relaciones sexuales fuera de un matrimonio de ese tipo son contrarias a las leyes de Dios que pertenecen a la moralidad. Los cambios en la ley civil no modifican, ni pueden cambiar la ley moral que Dios ha establecido. Dios espera que defendamos y guardemos Sus mandamientos pese a las opiniones o tendencias divergentes de la sociedad. Su ley de castidad es clara: las relaciones sexuales son correctas únicamente entre un hombre y una mujer que estén legal y lícitamente casados como esposo y esposa. Invitamos a todos a revisar y a entender la doctrina que se halla Una Proclamación para el Mundo”. 
De conformidad con nuestras creencias fundamentales, los oficiales de la Iglesia no harán uso de su autoridad eclesiástica para efectuar matrimonios entre dos personas del mismo sexo; además, la Iglesia no permite que sus centros de reuniones ni otras propiedades se utilicen para ceremonias, recepciones ni otras actividades relacionadas con matrimonios de personas del mismo sexo. No obstante, se da la bienvenida a todos los visitantes a nuestras capillas y propiedades en tanto respeten nuestras normas de conducta durante su estadía en ellas.
El evangelio de Jesucristo nos enseña a amar y a tratar a toda persona con bondad y cortesía, incluso cuando no estemos de acuerdo. Afirmamos que no se debe tratar de forma irrespetuosa a aquellos que fomenten las leyes o los fallos de los tribunales que autoricen los matrimonios de personas del mismo sexo. De hecho, la Iglesia ha defendido los derechos de las parejas de personas del mismo sexo en asuntos de hospitalización y cuidado médico, de equidad de vivienda, de empleo y legalización de testamentos en tanto que estos no infrinjan con la integridad de la familia tradicional ni con los derechos constitucionales de las iglesias. La Iglesia insiste en los derechos de sus líderes y miembros de expresar y defender sus convicciones religiosas relacionadas con el matrimonio, la familia y la moralidad libres de represalia o de castigo. La Iglesia también tiene derecho a mantener sus normas de conducta moral y de buen comportamiento para los miembros. Como miembros de la Iglesia, somos responsables de enseñar el evangelio de Jesucristo y de hacer notar las grandes bendiciones que se derivan del prestar atención a los mandamientos de Dios, así como las consecuencias inevitables que resultan al pasarlos por alto. Invitamos a todos a orar para que a las personas de todas partes se les ablande el corazón en cuanto a las verdades que Dios estableció en el principio y para que se conceda sabiduría a quienes sean llamados a decidir asuntos que son importantes para el futuro de la sociedad. 

El Consejo de La Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.


Yo me uno a esta declaración, dado que proviene de los líderes a los cuales yo sostengo y creo firmemente sobre la postura del matrimonio.

… Apreciado Zancudo, en el lugar donde tu estás debes estar aprendiendo el plan que aquí en la tierra no tuviste la oportunidad de conocer. Espero que tengas la oportunidad de seguir aprendiendo y seguir avanzando en la comprensión del Evangelio, "Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos; para que sean juzgados en la carne según los hombres, pero vivan en el espíritu según Dios." (1 Pedro 4:6). Ahora el reto es hacer una ordenanza vicaria para que desde aquí tengas el privilegio de hacer convenios y seguir comprendiendo este plan y tu propósito en la vida. Vida que dejaste años atrás…

Invitamos a las personas que se sientan atraídas a personas de mismo sexo que sigan los consejos de nuestros profetas, que hablen con sus familiares y con sus líderes locales, los invitamos a que sus deseos de comprender el plan de salvación  sigan creciendo y tengan el éxito que esperan durante esta prueba.

Y recuerden el consejo de nos da Doctrina y Convenios 76: 60 "Y vencerán todas las cosas"

Recuerden que tenemos algún material de ayuda para darles. Si quieren solicitarlo, lo pueden pedir anónimamente, nuestro correo-e: fliagomeztorres@gmail.com o por un mensaje privado a nuestra página de Facebook de El Libro Rojo SUD.



Carlos.