domingo, 2 de julio de 2017

5 ejercicios para ser un Obispo y no frustrarse en el intento. *Comentarios Netamente Personales*

¡Hola de nuevo!

Hace meses que no escribimos, pero nos pondremos al día; varios son los temas que trataremos durante este segundo semestre.

Llevo cerca de 18 meses de servir como obispo en la Iglesia. Ha sido una experiencia maravillosa, muchos de los que han servido en este llamamiento lo saben. Aunque ha sido poco tiempo he pensado en varios asuntos que creo son importantes. Me atrevo a mencionar a continuación 5 ejercicios para ser un obispo (de 18 meses) y no frustrarse en el intento.


  1. DELEGAR Y RENDIR CUENTAS: Creo que el proceso de liderazgo de la Iglesia en Colombia (el año 2016 se celebraron los 50 años de la Iglesia en nuestro país) ha mejorado durante este medio siglo. Tenemos la oportunidad de servir y estamos en una época de la historia donde los recursos, la tecnología y la educación son de gran ayuda en este proceso. No me imagino un obispo hace 30 años donde no tenía Facebook, Whatsapp, las apps de la Iglesia y el MLS en línea; claro, las necesidades eran otras, pero hoy gracias a ellas podemos "apresurar la obra de salvación". Tenemos hermanos mejor preparados, aunque aún no tenemos generaciones completas siendo profesionales que puedan servir de una manera diferente, pero siempre contamos con el ánimo, tiempo, entre otros, de los que nos ayudan a servir. Los Consejos de Barrio (CB) son espacios donde el liderazgo se puede enseñar y gracias a todo lo que hay que hacer se tiene la oportunidad de aprender y delegar. Los tiempos donde el Obispo era del "todero" deben dejar de existir, ya el tiempo se deberá dedicar a prestar atención a los jóvenes y casos de adultos muy especiales, lo demás lo podrá atender los consejeros, las presidencias de las Organizaciones Auxiliares (OA) y otros líderes; ellos tendrán la oportunidad de rendir cuentas, pero creo que aún necesitamos mejorar en este aspecto. Para ilustrar hay una frase que nunca será demás compartirla: “Cuando el rendimiento se mide, dicho rendimiento mejora. Cuando el rendimiento se mide y se informa, el ritmo de mejoramiento se acelera”. PRESIDENTE THOMAS S. MONSON REUNIÓN MUNDIAL DE CAPACITACIÓN DE LIDERES, 19 DE JUNIO DE 2004, PÁG. 5.  El manual de Predicad Mi Evangelio enseña lo siguiente: "El principio de rendir cuentas de su responsabilidad es fundamental en el plan eterno de Dios. Todos compareceremos ante el Señor en el juicio final y daremos cuentas de lo que hayamos hecho con las oportunidades que él nos ha dado" (véase Alma 5:15–19; D. y C. 137:9). La clave para que esto funcione es tener EXCELENTES secretarios que puedan ayudar con esta labor.
  2. ENCONTRAR PRONTO EL EQUILIBRIO: Hay un consejo muy sabio que recibimos del Elder Bednar con relación a encontrarlo: nos invita a estar en cada lugar y concentrarnos en ello. Si estamos en la casa debemos estar en casa, si estamos en el trabajo debemos estar en el trabajo, si estamos en la iglesia debemos estar en la iglesia, para no decir nada extra ni menos de lo que el Élder no enseña les invito a ver el video aquí.
  3. ¿HAY TRADICIONES QUE ELIMINAR? Durante muchos años probablemente se hayan enseñado algunas tradiciones que no están tan de acuerdo con lo indicado en los manuales de instrucciones; no comento una en especial porque en todos los casos son muy diferentes y contextos opuestos, algunas tradiciones no correctas hacen que se enseñen de generación en generación y los miembros al ver que se hacen creen que es lo correcto y no siempre es así. Para poder ayudar a edificar un reino y que se establezca como se nos ha mandado es necesario que las tradiciones sean enfocadas en lo correcto. Es difícil ahora cambiar las pretensiones de muchos hermanos, pero el momento de hacerlo es ahora, es una oportunidad única para vencer tradiciones combinadas con la cultura de la fe anterior y lograr lo que sucedía en el Libro de Mormón: " Y todos clamaron a una voz, diciendo: Sí, creemos todas las palabras que nos has hablado; y además, sabemos de su certeza y verdad por el Espíritu del Señor Omnipotente, el cual ha efectuado un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo que ya no tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente." Mosíah 5:2 
  4. ¿Y LA ESPOSA DEL OBISPO?: Les compartiré un mensaje que encontré esta semana navegando por la página de la iglesia, creo que es MUY importante leerlo detenidamente:     LA ESPOSA DEL OBISPO Había sido obispo de mi barrio en el sur de California por dos años y estaba desanimado. Descubrí que mi trabajo como obispo estaba tomando tanto tiempo como mi trabajo de profesor, dejando un muy preciado pero poco tiempo o energía para mi esposa y tres hijos pequeños. Cuando mi presidente de estaca me preguntó cómo iban las cosas, le dije la verdad, que las cosas parecían ir muy bien en el barrio. Todo el mundo parecía estar bien. Todos, excepto la esposa del obispo. Le dije al presidente de estaca que la esposa del obispo se veía desanimada, cansada, abrumada. La habían oído decir que ella parecía ser la única encargada de la crianza de los hijos y el mantenimiento del hogar. La mujer del obispo, de hecho, me había dicho que su marido a veces se quedaba dormido durante la noche de hogar y la lectura diaria de las Escrituras. Ella me había dicho que a veces pasaron días sin una conversación significativa con su marido. “Presidente,” dije, “Creo que no puedo ser un profesor y un obispo y un marido y un padre a la vez. Simplemente no soy capaz de manejar cuatro puestos de trabajo a tiempo completo. Veinticuatro horas al día no es suficiente. Tal vez será mejor que consiga un nuevo obispo para mi barrio “. El presidente de estaca sonrió, y me di cuenta que no iba a conseguir un nuevo obispo para mi barrio. “Obispo, está haciendo un buen trabajo. Sus miembros del barrio le aman. Su esposa y los niños le aman. Yo le quiero mucho. El Señor le ama. Pero tenemos que reorganizar sus prioridades. Primero es un esposo y después un padre. Es el sostén de su hogar, un proveedor. Parte del tiempo restante tendrá que usarse con cuidado en el servicio del Señor “. El presidente de estaca y yo hablamos durante mucho tiempo esa noche. Él me ayudó a ver cómo mis consejeros podrían tener más parte de la carga. Podría dar más a mis líderes del sacerdocio. Podría dar muchas asignaciones de rutina a mi secretario ejecutivo y mi secretario de barrio. Y a continuación, el presidente dijo algo que me ayudó a comprender que, efectivamente, mi matrimonio era más importante que mi llamamiento en la Iglesia. “Obispo”, dijo, “tenemos una reunión de estaca este miércoles por la tarde. Quiero que no asista. Consiga una niñera para los niños y lleve a su esposa a cenar. “Y luego, tan pronto como su año escolar haya terminado, quiero que deje que su primer consejero encargado mientras se toma unas vacaciones. Haga arreglos para que sus hijos se queden con cualquiera de sus padres o los padres de su esposa. Luego, lleve a su esposa de viaje. Pruebe hasta dónde puede llegar desde un teléfono. Y cuando llegue a casa, quiero que logre estar realmente involucrado con sus hijos “. Lo curioso de la época en que estuve de vacaciones: el barrio estuvo bien bajo la dirección de mi primer consejero. Los otros líderes del barrio hicieron un trabajo mejor de lo que nunca antes habían hecho. A mis hijos les encantó pasar tiempo con sus abuelos (y los abuelos estuvieron igualmente encantados). Y mi esposa y yo nos hicimos novios de nuevo. Hemos aprendido una vez más a hablar y reír juntos y ser los mejores amigos. Hemos aprendido a hacernos mutuamente nuestras primeras prioridades otra vez. Planeamos actividades familiares para nosotros y nuestros hijos. Cuando volvimos a casa de nuestras vacaciones, descubrí que, efectivamente, podría ser un buen marido, un buen padre, un buen profesor y un buen obispo. FUENTE: https://www.lds.org/ensign/1993/06/the-family-now-and-forever/the-bishops-wife?lang=eng TRADUCCION PERSONAL NO OFICIAL
  5. ¡SÉ FELIZ, QUERIDO OBISPO! Probablemente nunca más serás un Obispo, ahora la iglesia ha crecido lo suficiente como para darle la oportunidad y bendición a otros hermanos. Ya no creo que haya obispos que duren más de 5 años o 10 como alguna vez oí, ya las nuevas generaciones de hermanos están siendo preparados para poder también servir, por lo que es mejor ser FELIZ, tal vez a pesar de lo difícil que a veces siente que van las cosas. Vivir este llamamiento es algo que debe ser parte del equilibrio, es una oportunidad única, sagrada y sobre todo que realmente entiendes muchas de las necesidades que tiene un barrio. Con TODA SEGURIDAD después del relevo no servirás en otros llamamientos como antes lo hacías, estoy seguro que lo harás mucho, pero mucho mejor que antes, cualquiera que sea el llamamiento que se te asigne después de ser el Obispo, ya habrás desarrollado la capacidad de magnificar cualquier asignación o llamado haciendo lo máximo de los mejor que has llegado a ser. Durante el servicio que se presta, después de pasar más de 1000 horas escuchando y dando consejo y de abrir la puerta del perdón a quienes lo necesiten, durante el periodo que dure al llamamiento y al final cuando llegue el relevo, lo que debe quedar es la felicidad de ser un representante del Salvador como un Pastor entregado y obediente en todas las cosas. Como aquel que fue ejemplo y como el que se esforzó por poner "... el tono espiritual del barrio al llevar a cabo la obra del Señor “con santidad de corazón” (Mosíah 18:12). Él enseña y eleva a los miembros conforme al ejemplo del Salvador. Manual de instrucciones Nº 1.
Lo anterior no es nada nuevo, no he dicho nada novedoso, es lo que siempre se nos ha enseñado, pero tal vez es la oportunidad de hacer las cosas diferentes, en Mayo se nos invitó:


“Les pedimos que reduzcan la carga de trabajo de nuestros líderes y miembros. Debemos buscar oportunidades para simplificar el trabajo.” (Presidente Thomas S. Monson – Capacitación Conferencia General Abril 2017)

“Existen dos maneras de simplificar las cosas. Una es cortar, otra es enfocar. Debemos utilizar más la segunda opción.” (Élder David A. Bednar – Capacitación Conferencia General Abril 2017)

Cuando dejamos de hacer las cosas a la que nos han apartado para hacerla, estamos dando los pasos para hacer las cosas difíciles.

NOTA ACLARATORIA: Mis comentarios con relación al llamamiento de obispo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son de sentido personal y no pretenden ser una voz oficial de la Iglesia, no es la posición oficial sino que son sentimientos de la experiencia que tengo en este sagrado llamado.

Carlos. 
 

jueves, 16 de febrero de 2017

Las Bendiciones del Matrimonio

Recientemente he estado estudiando un poco más sobre el matrimonio y sus efectos en la vida de las personas y me he encontrado con cosas que ya me habían dicho, pero que ahora he podido vivir en mi propia experiencia. Entre ellas está el que podemos gozar de paz, tranquilidad y felicidad si nos esforzamos por hacer del matrimonio la base firme y fuerte sobre la cual una familia se pueda formar de manera saludable, estable y feliz.

Hace algunos años leí en una Liahona sobre el matrimonio en el templo y allí se describía una lista de bendiciones o alegrías que encontramos dentro del matrimonio.

Hoy quiero compartir esa lista y añadir mis comentarios sobre nuestra propia experiencia en estos 6 años que hemos estado casados.




Confianza y apoyo


Cuando te casas, cuentas con alguien que te apoye y te aliente para que hagas lo correcto, que te eleve cada día y que comparta todas tus dichas y penas.

Esto ha sido particularmente importante para mí en nuestro matrimonio. Cuando he cometido errores, he tenido el apoyo paciente de mi esposo para corregirlos y ayudarme a mejorar. Yo también he podido hacer esto por él ;) y ha sido una fuente muy buena de poder y motivación para mejorar esos aspectos en los que somos débiles. Un compañero de vida nos ayuda a perfeccionarnos constantemente.

Hijos

El que te confíen el cuidado y la custodia de los hijos del Padre Celestial trae gran dicha.

En estos seis años hemos pasado de ser dos a ser cinco en casa. Nuestros hijos son nuestra más preciada y valiosa bendición, y hemos tenido que aprender juntos a ser padre y madre. Esas experiencias que hemos compartido, los errores, los aciertos, las tristezas y las alegrías, en la crianza y en la educación de nuestros hijos, han fortalecido nuestra relación y nos han mostrado otras partes de nuestra personalidad que no conocíamos, que hemos aprendido a amar y que también hemos tenido que mejorar. No somos padres perfectos y nos falta mucho para lograr llegar a ser perfectos, pero ha sido muy enriquecedor ver cómo vamos aprendiendo a conocer y entender más a nuestros Padres Celestiales al poder compartir esa maravillosa experiencia de gestar, tener y criar a nuestros hijitos, los hijos de Dios.

Compartir

Es una bendición muy grande el formar parte de la vida de otra persona y, algún día, también de la de los hijos. Los éxitos tuyos y de tu cónyuge se convierten en éxitos de la familia. El crear recuerdos juntos le da un sentido más profundo a la vida.

Son muchas las experiencias que hemos compartido ya. El trabajo, los paseos, las graduaciones, los llamamientos, las celebraciones, las salidas y las llegadas, en fin, todo lo que hemos vivido juntos y los recuerdos que tenemos es lo que ha ido tejiendo y forjando a nuestra familia. Mirar hacia atrás y ver lo que hemos superado y logrado a pesar de las dificultades me llena de agradecimiento y me motiva a que podemos lograr muchas más cosas juntos.

Consejos

Un cónyuge te puede dar consejos buenos y francos, consejos en los que puedes confiar porque sabes que provienen de alguien que sólo quiere lo mejor para ti.

Estos consejos han sido muy importantes para mí. Sé que vienen de una persona que me ama, que confía en mí y que sabe que puedo mejorar y me ayuda en el proceso. La revelación divina a veces se recibe por medio de nuestro cónyuge, ¡soy testigo de eso!

Fortaleza

Dos personas son más fuertes que una. Pueden fortalecerse y ayudarse la una a la otra a vivir el Evangelio más plenamente.

Creo firmemente en esta afirmación porque así ha sido en mi matrimonio. Es más fácil vivir el Evangelio de Jesucristo con un compañero al lado. Nos apoyamos en momentos en los que sentimos tentación a flaquear y podemos compartir experiencias espirituales juntos, lo cual fortalece a toda la familia. Ir al templo juntos es algo de grandísimo valor.

Risas

Cuando se conocen muy bien y realmente confían el uno en el otro, disfrutan de la vida con risas y buen humor.

Esta es una de mis bendiciones favoritas porque sin duda nos hemos reído mucho; hemos disfrutado buenos momentos y nos esforzamos por mantener el buen humor en los momentos difíciles.

Amor

El que cada día te digan que te quieren es magníficamente renovador y refrescante.

Los "te amo", "me haces falta", "te extraño", "ya casi nos vemos" son recurrentes y nos hacen sonreír. El amor que se comparte en la rutina del día a día y sobretodo el amor que se expresa luego de una discusión, un desacuerdo o un malentendido, es el más significativo, porque demuestra que nos seguimos amando aunque a veces no sea fácil hacerlo.

Servicio

Existe gran gozo en prestarse servicio mutuamente, especialmente si se sirve a la persona que uno ama.

Este servicio es el que hace parte tanto de los días comunes y corrientes como de los momentos de enfermedad y de incapacidad. Agradezco a mi esposo por estar pendiente de mí, por cultivar un espíritu de servicio en nuestros hijos (aunque ahora en su corta edad a veces es difícil, pero ahí vamos...) y por ayudarme siempre aunque no se lo pida :D.

Amistad

Tienes a alguien a tu lado en los buenos tiempos y en los malos.

Siempre lo he dicho, estoy casada con mi mejor amigo y esa es mi gran bendición. Poder tener nuestras charlas, nuestras salidas, nuestros momentos juntos como amigos, como novios o como esposos, o todo junto en una sola oportunidad es poder tener muchas bendiciones en una sola persona; un ángel para todos los días.

Confianza

Es reconfortante saber que estás con alguien que siempre quiere lo mejor para ti y en quien puedes confiar sin temor.

Creo que no hay otra persona sobre la tierra en quien confíe más que en mi esposo. Es quien mejor me conoce, quien sabe cómo soy y a qué atenerse conmigo. Sé que no me haría ningún tipo de daño y sé que puedo confiar en sus sentimientos, en su criterio y en su disposición a querer lo mejor para mí siempre.

Intimidad física y emocional

El matrimonio es una relación única en la que el Señor une a dos personas en una relación eterna cuyas metas incluyen ser uno, estar juntos y experimentar gozo.

Concuerdo con esta afirmación también. El matrimonio es una relación única, la más completa, la más satisfactoria, a veces la más difícil por los retos que representa, pero también la más gloriosa, por todas las bendiciones que incluye, porque tiene el carácter de llegar a ser una relación eterna, por las alegrías que se viven en ella y porque realmente con el tiempo, dos personas logran convertirse en una sola.

En conclusión, soy feliz al estar casada, soy feliz por tener a Carlos como mi esposo y compartir mi vida con él y nuestros hijos y soy feliz al trabajar en nuestro matrimonio porque sé que lo que estamos sembrando ahora algún día lograremos cosecharlo en el dulce fruto de una familia eterna.

Alejandra

Quiero conocer sus comentarios, ¿qué alegrías les ha traído su matrimonio? :D

sábado, 3 de septiembre de 2016

Hagamos un alto, preguntémonos: ¿Qué estoy haciendo con mi vida?y luego continuemos...

¡Hola a todos! 
Hemos vuelto, han pasado grandes cosas. Primero, tendremos una bebé al final de este año y segundo, me han llamado como obispo en mi barrio. Ahora les comparto un discurso que preparé y esperamos contribuir en algo en sus vidas.


HAGAMOS UN ALTO, PREGUNTÉMONOS: ¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI VIDA? Y LUEGO CONTINUEMOS.

Durante el tiempo que llevo en este sagrado llamamiento he tenido varias experiencias que me han ayudado a entender más lo diferentes que somos todos. Lo que tenemos en común es que Dios es nuestro amoroso Padre Celestial y que la meta que tenemos es volver a vivir con Él de nuevo.
Aunque durante esta vida, algunos de nosotros tendremos que pasar por diferentes experiencias, para algunos la prueba es más dura que para otros; pero no quiere decir no seremos probados, finalmente para esto nacimos en esta tierra: “ y con esto los probaremos, para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare;” Abr 3:25.

Sin duda este estado es maravilloso; en la medida que podamos recordar todas las cosas y tengamos el privilegio de recordar lo que somos, esa oportunidad nos ayudará a seguir como dice el himno: “Nuestra salvación labremos, procurando la verdad, y la juventud, con celo, luchará y velará. ¡Sí!” Himno 166. No es un trabajo sencillo, pero si nos esforzamos por ser obedientes a los convenios y todos los mandamientos de Dios, lo podremos hacer. En el Libro de Mormón se nos da una luz para saber de qué está hecho el velo que nos separa de ese conocimiento maravilloso. Éter nos advierte: “He aquí, cuando rasguéis ese velo de incredulidad que os hace permanecer en vuestro espantoso estado de iniquidad, y dureza de corazón, y ceguedad de mente, entonces las cosas grandes y maravillosas que han estado ocultas de vosotros desde el principio del mundo, sí, cuando invoquéis al Padre en mi nombre, con un corazón quebrantado y un espíritu contrito, entonces sabréis que el Padre se ha acordado del convenio que hizo con vuestros padres, oh casa de Israel.” Éter 4:15. 

Me gustaría poder extenderles a manera de exhortación una invitación a que “Hagamos un alto y nos preguntemos ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? Y continuemos.” es necesario que frente al caos actual de este mundo hagamos una pausa para reflexionar sobre lo que hemos estado haciendo y lo que nos falta por hacer. Recuerdo un poema especial para mí, es de Gonzalo Arango:
“ El tesoro: Si buscas el tesoro y lo encuentras facilito, es un pobre tesoro. Si renuncias a encontrarlo porque está muy profundo, no mereces el tesoro. Si lo buscas con amor y sacrificio, tu esfuerzo es oro, aunque no encuentres el tesoro” (www.gonzaloarango.com/ideas/todoesmio.html). Frente a estos hechos quiero hacer tres pausas para que entremos a reflexionar todos. 

¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI VIDA PERSONAL?

Somos nuestros “propios agentes” DyC 58:28, tenemos un potencial divino, pero en la medida que apliquemos adecuadamente los mandamientos que Dios nos ha dado y que por voluntad propia hemos aceptado, tendremos las diferentes maneras de obtener guía, instrucción y bendiciones que nos ayuden a regresar a su presencia. 

Desde jóvenes podemos hacer que nuestro carácter espiritual se vea fortalecido, así lo vemos en las escrituras con Nefi. Él aprendió de “buenos padres, y recibí por tanto, alguna instrucción en toda la ciencia de mi padre…” 1 Nefi 1:1. Sus decisiones fueron importantes para conocer y llevar a cabo el propósito que Dios tenía para él. Hemos preguntado a nuestro amoroso Padre Celestial ¿qué deseas que yo haga? y también preguntar ¿Padre, lo que estoy haciendo está bien a tus ojos? con seguridad tendremos una respuesta pues Él nos conoce y debemos conocerlo a Él. El caso contrario está cerca de Nefi, sus hermanos Laman y Lemuel “…murmuraban en contra de su padre; y hacían esto porque no conocían la manera de proceder de aquel Dios que los había creado.” 1 Nefi 2:12. 
Ahora en la juventud de todos debemos saber buscar la relación con el Dios que nos ha hecho saber su voluntad por medio de los profetas. HAGAMOS UN ALTO Y PREGUNTÉMONOS.

¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI VIDA FAMILIAR?

Somos parte de una familia; tenemos responsabilidades que cumplir al formar parte de esta sociedad. La familia, en particular en la Iglesia de Jesucristo, tiene un componente más especial porque aquí hacemos ordenanzas que nos pueden unir por esta vida y por la eternidad, por lo que la visión de cada persona que conforma la familia no puede ser menos que esto. En la proclamación sobre la familia encontramos la siguiente declaración: “…El esposo y la esposa tienen la solemne responsabilidad de amarse y de cuidarse el uno al otro, así como a sus hijos. “…herencia de Jehová son los hijos” (Salmo 127:3). Los padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos con amor y rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y espirituales, y de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, a observar los mandamientos de Dios y a ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan. Los esposos y las esposas, las madres y los padres, serán responsables ante Dios del cumplimiento de estas obligaciones.” Párrafo 6. Las tradiciones SUD, son excelentes tradiciones que nos acercarán más a nuestro Salvador y a nuestro Padre Celestial. ¿Estamos orando a diario como familia? ¿estamos haciendo la noche de hogar? ¿estamos haciendo consejos familiares para tomar en consejo decisiones importantes en nuestra vida? ¿la última decisión que tomé, realmente la consulte con el Señor? y mi comportamiento está de acuerdo con lo que es el mandato del Padre? se han preguntado ¿si no soy obediente a los consejos de nuestros padres terrenales, seremos obedientes a nuestros padres celestiales? HAGAMOS UN ALTO Y PREGUNTÉMONOS.

¿QUÉ ESTOY HACIENDO CON MI VIDA EN LA IGLESIA?

Esta Iglesia es diferente a muchas otras, en lo que respecta a la doctrina y sus bases es una iglesia con cimientos donde el sacerdocio, la autoridad y la revelación siguen vigentes. Cada que podemos levantamos nuestras manos en señal de voto para sostener a hombres para que puedan presidir esta, Su Iglesia.

Esta obra es magnífica, se nos requiere que demos todo lo mejor que somos, el Presidente Kimball dijo: “El liderazgo es un proceso difícil en el que se le dice a la gente lo que no quiere oír, se le invita hacer cosas que no quiere hacer, con el fin de salir de la comodidad de lo conocido a la emoción de lo desconocido, para que este mundo sea mejor” Hermanos, es necesario prestar un servicio amoroso en esta Iglesia, se espera de nosotros que magnifiquemos todas las oportunidades que tenemos de servir al Señor y a nuestros hermanos. Se nos requiere que demos de tiempo, de nuestros talentos, que busquemos un gran equilibrio en el tiempo para poder servir todo lo mejor que podamos hacerlo, no podemos dar excusas para no servir, finalmente todo lo que tenemos es gracias a las bendiciones que recibimos de nuestro Dios. 

Esa invitación la hizo nuestro Salvador aquí en la tierra, cuando comenzó a organizar su Iglesia: “Si alguno viene a mi y no aborrece a su padre, madre, esposa e hijos, hermanos, hermanas y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” “Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas las cosas que posee no puede ser mi discípulo” “… Este hombre comenzó a edificar y no pudo acabar” Lucas 14: 26, 33, 30 respectivamente. HAGAMOS UN ALTO Y PREGUNTÉMONOS.

Este tiempo de preparación requiere de hacer muchos altos en el camino, trabajar en lo que es necesario trabajar y en lo que realmente vale la pena, para que “tengamos tesoros en la mansión del Padre” Éter de nuevo nos da consuelo y nos da la verdad: “de modo que los que creen en Dios pueden tener la firme esperanza de un mundo mejor, sí, aun un lugar a la diestra de Dios; y esta esperanza viene por la fe, proporciona un ancla a las almas de los hombres y los hace seguros y firmes, abundando siempre en buenas obras, siendo impulsados a glorificar a Dios. Eter 12:4. 


Sin embargo, es necesario que consideremos por un instante no corto nuestro valor: “Si hoy fuera en la tierra tu último día, del largo camino, el último estrecho, después de tus luchas ¿Qué valor tendrías? ¿Qué cuentas darías a Dios de tus hechos? Yo sé que esta es Su Iglesia porque le pregunté y Él me respondió, esas respuestas son las que me tienen aquí al frente de ustedes. Si hay algo que se deba cambiar con urgencia, hermanos aquí estamos para ayudarlos. Recuerden ¿Qué cuentas darías a Dios de tus hechos?

Carlos

viernes, 6 de noviembre de 2015

Sobre los hijos de padres que viven en una relación del mismo sexo - Comentarios sobre los ajustes al Manual 1

El día de ayer se anunciaron ciertos ajustes al Manual de Instrucciones no. 1, los cuales serán efectivos inmediatamente, y que tratan el tema de los hijos adoptados o naturales de padres que viven en una relación del mismo sexo, sea que estos padres estén casados o convivan en unión libre. 

Debo confesar que me sorprende ver que algunos miembros activos de la Iglesia se alarmaron, asustaron o indignaron con lo que dicen estos ajustes, y la verdad es que respeto sus reacciones, pero considero que hay que tratar de ampliar la perspectiva un poco más antes de emitir juicios contra los profetas y apóstoles del Señor, quienes fueron los que hicieron los ajustes mencionados al Manual de Instrucciones, con la aprobación del Señor mismo.

Cuando nos bautizamos en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hacemos una serie de convenios o compromisos que determinan nuestro deseo (voluntario, sin presiones ni coerciones, es una decisión que cada uno puede tomar o no) de seguir a nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Como bien lo sabemos por las Escrituras, el Señor nos habla por medio de sus profetas:

Amós 3:7
Porque no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.
D y C 1: 38
Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo.

Y tendiendo esto cuenta, entendemos entonces que cuando entramos a la Iglesia, si estamos de acuerdo con lo que dicen las Escrituras, lo que dice o revela el Señor por medio de Sus profetas para toda Su Iglesia es lo que el Señor mismo nos diría si estuviera cara a cara, frente a nosotros. El único autorizado para recibir revelación para toda la Iglesia es el presidente de la Iglesia, quien en este caso es el Pdte Thomas S. Monson (cito este artículo por si acaso).

Creo que hasta aquí todos estamos de acuerdo. Por esto, cuando se anuncia un ajuste, una adición o modificación al Manual de Instrucciones de la Iglesia, el cual, como su nombre lo indica, tiene por objetivo dar instrucciones de cómo se deben administrar los asuntos de la Iglesia, de acuerdo con lo que el Señor mismo ha determinado.

Cito del Manual no. 2 :
"Manual 1: Presidentes de estaca y obispos. En este manual se detallan las responsabilidades generales de los presidentes de estaca y los obispos, y proporciona información detallada sobre normas y procedimientos." 
"Actualizaciones y suplementos de las instrucciones  
De vez en cuando, la información de estos manuales se actualizará o suplementará por medio de cartas, avisos u otra comunicación de la Primera Presidencia, del Quórum de los Doce Apóstoles y del Obispado Presidente. Cuando esto ocurra, los líderes deben anotar los cambios en sus ejemplares de los manuales. Los líderes deben conservar juntos los manuales y estos materiales suplementarios.
Preguntas sobre las instrucciones 
Los líderes que tengan preguntas en cuanto a la información de los manuales o asuntos que no se mencionen en ellos deben dirigirlas a la autoridad inmediata que los presida."

Las modificaciones que fueron anunciadas el día de ayer aún no han llegado en un comunicado oficial a los líderes locales, pero cuando lo hagan, según lo descrito arriba, ya sabemos qué harán con ellas: añadirlas o anotarlas al Manual no. 1, en este caso, y ponerlas en práctica de inmediato.

Ahora, después de esta breve explicación administrativa, entremos en materia. ¿Qué dicen los ajustes y en qué nos afectan a los líderes y miembros de la Iglesia? Vamos paso por paso.

Parafraseando lo que dice el artículo de Deseret News, el hno. Eric Hawkins, portavoz oficial de Asuntos Públicos de la Iglesia, dijo: "A pesar de que la Iglesia respeta la ley del país, y reconoce el derecho de los demás a pensar y actuar de manera diferente, no realiza ni acepta el matrimonio entre personas del mismo sexo dentro de su membresía."

El Manual 1 incluye ahora el estar en un matrimonio del mismo sexo en la definición de la apostasía (ver sección 6.7.3 Manual 1) y lo nombra como una circunstancia que requiere la convocatoria de un consejo disciplinario. El manual también aclara que la ordenanza de nombrar y bendecir a un niño no se puede realizar para los niños que viven con un padre en una relación del mismo sexo. La nueva sección del manual aparece bajo el título "Hijos de un padre que vive en una relación del mismo género." (sería una sección nueva en el capítulo 16 del Manual 1, la sección 16.13), y afirma que "un hijo natural o adoptado de un padre viviendo en una relación del mismo sexo, si la pareja está casada o en unión libre, no puede recibir un nombre y una bendición." 

Aunque los niños no se consideran oficialmente miembros de la Iglesia SUD hasta que se bautizan a los 8 años, la bendición de un niño crea un número de registro dentro de los archivos de la Iglesia. Los niños no son considerados responsables o lo suficientemente maduros como para recibir el bautismo hasta la edad de 8 años. La adición al manual también afirma que "un hijo natural o adoptado de un padre que vive en una relación del mismo sexo, si la pareja está casada o en unión libre," sólo puede ser bautizado, confirmado, ordenado al sacerdocio o recomendado para servir en una misión de tiempo completo con la aprobación de la Oficina de la Primera Presidencia. Un presidente de misión o de estaca puede solicitar la aprobación y determinar que: "el niño (o el joven) acepta y se compromete a vivir las enseñanzas y la doctrina de la iglesia, y específicamente desaprueba la práctica del matrimonio y la convivencia entre personas del mismo sexo"; y "el joven es mayor de edad y no vive con un padre que ha vivido o vive en una relación de convivencia o matrimonio del mismo sexo en ese momento."

Esas son las adiciones que se harán al Manual y que nos compete conocer a todos para entender de una forma aún más clara, la posición oficial de la Iglesia en tiempos donde, en la práctica, empezaremos a ver a más familias que tendrán padres en relaciones de convivencia o en matrimonios con personas del mismo sexo y a sus hijos, sean naturales o adoptados.

Ahora, en mi opinión personal, celebro el hecho de que estas aclaraciones se hayan incluido en el Manual de instrucciones, porque quitan dudas a líderes y miembros en cuanto a cómo proceder en estos asuntos eclesiásticos y administrativos (registros, etc), y también despejan dudas a quienes no son miembros de la Iglesia, en cuanto a la posición invariable de la doctrina del matrimonio y la familia dentro de nuestra congregación religiosa.

Me parece completamente lógico y hasta diría que muy saludable, que la Iglesia no interfiera con la enseñanza, el ejemplo y las prácticas que se viven en un hogar donde hay padres que viven en una relación del mismo sexo y sus hijos. Considero que es incompatible que padres que practican y apoyan el matrimonio homosexual quieran llevar a sus hijos a una Iglesia que no apoya esta práctica dentro de sus doctrinas más básicas.

Pienso que efectivamente, el niño que hace parte de una de estas familias, cuando ya sea mayor de edad y haya pasado por su proceso de maduración y aprendizaje suficiente podrá tomar una decisión consciente en cuanto a la religión y podrá escoger si seguir las enseñanzas de sus padres o las de Jesucristo. Me parece que sería más una carga que una bendición el llegar a los 8 años, bautizarse en la Iglesia SUD y tomar sobre sí responsabilidades que irían en contra de las creencias y prácticas de las personas a quienes ese niño o niña más ama: sus padres. En cierta forma lo veo como una manera de proteger y cuidar a los niños de dar cuentas de algo que sobrepasa su entendimiento y capacidad. Insisto, es mi opinión muy personal.

Al final de todo, no he visto que en ningún lugar se prohiba la entrada, la participación activa y el servicio que estas familias de padres en relaciones homosexuales y sus hijos puedan brindar a la Iglesia y sus miembros. No lo veo como una marginación ni una restricción, simplemente como una manera de aclarar la importancia de los convenios que se hacen y la gran responsabilidad de cumplirlos. Todos son bienvenidos a conocer el Evangelio, a participar de las actividades y usar los recursos que se extienden a todas las personas, pero cuando se toma la decisión de tomar sobre sí convenios sagrados con el Señor, las cosas toman una dimensión eterna, que va mucho más allá de considerar la Iglesia como un club, un lugar para tener amigos, sentirnos bien o prestar servicio a los demás. El Élder Christofferson en la última conferencia general habló de este tema.

Ahora, sé que hay casos de casos. Sé que tal vez algunos líderes locales de la Iglesia (sí, seres humanos comunes y corrientes como lo somos todos y cada uno de nosotros) pueden no haber tomado las decisiones más sensatas en el pasado y sus acciones pueden haber afectado negativamente a las personas, en cuanto a su opinión sobre la Iglesia y su organización, el concepto del amor del Señor, o muchos otros temas, pero recordemos que los seres humanos aún NO somos perfectos, sin embargo, el Señor sí lo es y ha establecido Su Iglesia con un orden perfecto. Hay que saber diferenciar y distinguir las dos cosas.

Finalmente quiero manifestar mi creencia de que el Señor Jesucristo es el único fundamento seguro en quien confío y en quien quiero poner mi vida y la de mi familia. Los tiempos siguen cambiando rápidamente, así como las opiniones, las doctrinas y los paradigmas del mundo. Sin embargo, de manera personal he tomado la decisión de seguirlo a Él, considero que es el camino correcto. Todos y todas tenemos derecho a escoger libremente lo que queremos y no queremos hacer durante toda nuestra existencia, es nuestro derecho más básico, es universal y se nos dio a todos: el derecho a elegir. Decidamos bien desde el principio y seremos felices siempre. Si cometemos algún error, podemos corregir el rumbo, arrepentirnos y continuar el camino. De eso se trata el Evangelio de Jesucristo.

Gracias por leer!

Alejandra

PD: Les invito a dejar sus comentarios y opiniones!

Añadimos hoy, 13 de noviembre de 2015, la carta de la Primera Presidencia con respecto a los ajustes al Manual 1. Los comentarios que ellos hacen a estos cambios ayudan a entender un poco más sobre el por qué de los ajustes y lo que se espera de los líderes del Sacerdocio. El documento oficial lo pueden leer aquí.

*ADVERTENCIA: Las opiniones arriba expuestas representan únicamente mis pensamientos y consideraciones y NO se pueden tomar como una declaración o posición oficial expresada por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. Gracias :) *

domingo, 20 de septiembre de 2015

SERIE "EL CLÓSET ES PARA LA ROPA" - Pregunta No. 5: ¿Dónde está mi amigo Zancudo? Seguir firmes en la fe.


He recordado durante este tiempo en que hemos hecho esta serie las experiencias que mi buen amigo “Zancudo” (les recuerdo que Zancudo fue un amigo muy especial que murió ya hace muchos años y que omito su nombre por reserva) compartió y compartimos. Lo conocí cuando preste servicio militar y durante el tiempo que compartimos aprendí muchas cosas.

Al llegar a la quinta pregunta y poder dar respuesta a la misma, he decidido soportar mi respuesta con una declaración que realizó la Primera Presidencia de la Iglesia el 29 de junio de 2015, que dió alcance a los cambios en los derechos constitucionales en los EEUU en este mismo año.

[…] El matrimonio entre un hombre y una mujer fue instituido por Dios y es fundamental en el plan que Él tiene para Sus hijos y para el bienestar de la sociedad. “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; y henchid la tierra” (Génesis 1:27–28). “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24). 
Las familias fuertes, guiadas por una madre y un padre amorosos, sirven como la institución fundamental para el cuidado de los hijos, para inculcar la fe y para transmitir a las futuras generaciones las fortalezas y los valores morales que son importantes para la civilización y cruciales para la salvación eterna.
Una familia edificada en el matrimonio de un hombre y de una mujer constituye el mejor entorno para que se afiance el plan de felicidad de Dios. Esa es la razón por la que, generalmente, las comunidades y las naciones han animado y protegido al matrimonio entre un hombre y una mujer, y a la familia que resulta de esa unión, como instituciones privilegiadas. Las relaciones sexuales fuera de un matrimonio de ese tipo son contrarias a las leyes de Dios que pertenecen a la moralidad. Los cambios en la ley civil no modifican, ni pueden cambiar la ley moral que Dios ha establecido. Dios espera que defendamos y guardemos Sus mandamientos pese a las opiniones o tendencias divergentes de la sociedad. Su ley de castidad es clara: las relaciones sexuales son correctas únicamente entre un hombre y una mujer que estén legal y lícitamente casados como esposo y esposa. Invitamos a todos a revisar y a entender la doctrina que se halla Una Proclamación para el Mundo”. 
De conformidad con nuestras creencias fundamentales, los oficiales de la Iglesia no harán uso de su autoridad eclesiástica para efectuar matrimonios entre dos personas del mismo sexo; además, la Iglesia no permite que sus centros de reuniones ni otras propiedades se utilicen para ceremonias, recepciones ni otras actividades relacionadas con matrimonios de personas del mismo sexo. No obstante, se da la bienvenida a todos los visitantes a nuestras capillas y propiedades en tanto respeten nuestras normas de conducta durante su estadía en ellas.
El evangelio de Jesucristo nos enseña a amar y a tratar a toda persona con bondad y cortesía, incluso cuando no estemos de acuerdo. Afirmamos que no se debe tratar de forma irrespetuosa a aquellos que fomenten las leyes o los fallos de los tribunales que autoricen los matrimonios de personas del mismo sexo. De hecho, la Iglesia ha defendido los derechos de las parejas de personas del mismo sexo en asuntos de hospitalización y cuidado médico, de equidad de vivienda, de empleo y legalización de testamentos en tanto que estos no infrinjan con la integridad de la familia tradicional ni con los derechos constitucionales de las iglesias. La Iglesia insiste en los derechos de sus líderes y miembros de expresar y defender sus convicciones religiosas relacionadas con el matrimonio, la familia y la moralidad libres de represalia o de castigo. La Iglesia también tiene derecho a mantener sus normas de conducta moral y de buen comportamiento para los miembros. Como miembros de la Iglesia, somos responsables de enseñar el evangelio de Jesucristo y de hacer notar las grandes bendiciones que se derivan del prestar atención a los mandamientos de Dios, así como las consecuencias inevitables que resultan al pasarlos por alto. Invitamos a todos a orar para que a las personas de todas partes se les ablande el corazón en cuanto a las verdades que Dios estableció en el principio y para que se conceda sabiduría a quienes sean llamados a decidir asuntos que son importantes para el futuro de la sociedad. 

El Consejo de La Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.


Yo me uno a esta declaración, dado que proviene de los líderes a los cuales yo sostengo y creo firmemente sobre la postura del matrimonio.

… Apreciado Zancudo, en el lugar donde tu estás debes estar aprendiendo el plan que aquí en la tierra no tuviste la oportunidad de conocer. Espero que tengas la oportunidad de seguir aprendiendo y seguir avanzando en la comprensión del Evangelio, "Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos; para que sean juzgados en la carne según los hombres, pero vivan en el espíritu según Dios." (1 Pedro 4:6). Ahora el reto es hacer una ordenanza vicaria para que desde aquí tengas el privilegio de hacer convenios y seguir comprendiendo este plan y tu propósito en la vida. Vida que dejaste años atrás…

Invitamos a las personas que se sientan atraídas a personas de mismo sexo que sigan los consejos de nuestros profetas, que hablen con sus familiares y con sus líderes locales, los invitamos a que sus deseos de comprender el plan de salvación  sigan creciendo y tengan el éxito que esperan durante esta prueba.

Y recuerden el consejo de nos da Doctrina y Convenios 76: 60 "Y vencerán todas las cosas"

Recuerden que tenemos algún material de ayuda para darles. Si quieren solicitarlo, lo pueden pedir anónimamente, nuestro correo-e: fliagomeztorres@gmail.com o por un mensaje privado a nuestra página de Facebook de El Libro Rojo SUD.



Carlos.