miércoles, 18 de diciembre de 2013

María, la madre de Jesús

Ya Carlos habló de José y ahora yo hablaré de María, la madre de Jesús, una de las mujeres que más admiro. Trataré de explicar por qué.

Al igual que con José, no son muchos los detalles que las escrituras nos dan acerca de su vida, su crianza y su pasado pero me imagino que fue tal como se espera que sea para una verdadera mujer virtuosa. Me atrevo a decir que también tuvo buenos padres, que le enseñaron el Evangelio desde su niñez, que le ayudaron a mantenerse pura y que inculcaron en ella un amor y un respeto profundo por las cosas sagradas, las cuales conocía y entendía. Como dijo Alma, todo lo que pasó en su juventud la convirtió en "un vaso precioso y escogido" (Alma 7:10), desde mucho antes de que ella conversara con un ángel del Señor, Gabriel, quien le daría la noticia más importante de la historia de la humanidad: que el Salvador, anunciado por tantos profetas de la antigüedad, por fin llegaría a la tierra y ella misma sería la encargada de darle un cuerpo para que morara en la tierra.

Gabriel le dijo: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres." (Lucas 1:28). Realmente el tener un hijo es una gran bendición y privilegio que nos da el Padre Celestial, pero muchísimo más grande debió ser para ella saber que tendría al Hijo de Dios, el Unigénito del Padre en su vientre y lo traería al mundo. Me gusta cómo lo relata el Élder Talmage en su libro, "Jesús, el Cristo":

Igual que las demás hijas de Israel, particularmente las de la tribu de Judá, cuya descendencia davídica era conocida, María indudablemente había anhelado con reverente gozo y éxtasis, la venida del Mesías del linaje real, pues sabía que alguna doncella judía llegaría a ser la madre del Cristo. ¿Sería posible que las palabras que le hablaba el ángel se relacionaran con esta esperanza suprema de la nación? No tuvo mucho tiempo para meditarlo, porque el ángel continuó, diciendo: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin."
Aun con esto, ella no comprendió sino en parte la importancia de esta visita trascendental. No con el espíritu de duda, como el que había provocado a Zacarías a pedir una señal, sino con un deseo sincero de que se le informara y explicara, María, consciente de su estado soltero y segura de su condición virginal, preguntó: "¿Cómo será esto? pues no conozco varón." La respuesta a su pregunta natural y sencilla fue la anunciación de un milagro como nunca jamás se había conocido en el mundo: no un milagro en el sentido de un acontecimiento que contravendría las leyes naturales, sino un milagro efectuado por la operación de una ley mayor, y de naturaleza tal, que la mente humana ordinariamente no llega a comprenderlo o considerarlo posible. Le fue informado a María que iba a concebir, y a su tiempo daría a luz un Hijo, del cual ningún mortal sería el padre: "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."
Entonces el ángel le hizo saber de la condición bendita de su prima Elisabet, que había sido estéril, y como explicación final y suficiente, añadió: "Porque nada hay imposible para Dios." Con gentil sumisión y humilde aceptación, la joven virgen contestó: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra." 
Realmente María es un ejemplo de humildad al aceptar la voluntad del Señor ante un noticia como esta. Fue a visitar a su prima Elisabet, alguien en quien confiaba y entendería la naturaleza de ese milagro que sucedería, ya que Elisabet misma en ese momento estaba viviendo un milagro muy similar. En algún momento de los tres meses que estuvo visitándola, sucedió lo anunciado por el ángel y María comenzó la gestación. Al regresar a su casa y encontrarse con José, me imagino que debió ser una situación difícil, tanto para ella como para él. Los dos se amaban y se habían comprometido a casarse, pero esta situación de un embarazo previo al matrimonio incluso llevó a pensar a José en deshacer dicho compromiso. Imagino la angustia de María al tratar de explicarle lo que había sucedido, sin querer herirlo y mucho menos deshonrarlo, pues ella misma sabía que no había hecho nada malo sino que todo había sido previsto por Dios.

Afortunadamente José entendió la situación completa luego de que un ángel le hablara en sueños y le explicara la situación (Mateo 1) y él accedió a casarse con María y asumir el llamamiento que había recibido, como Carlos ya lo mencionó. María debió sentirse agradecida, pues el apoyo de José era el que ella más necesitaría al empezar la labor de ser la madre de Jesús.

Como ya conocemos todos los acontecimientos relacionados con el nacimiento de Jesucristo, solo me resta decir lo mucho que admiro la manera en que María asumió las dificultades que se fueron presentando. El largo viaje que tuvieron que hacer a Belén no debió ser fácil ni tampoco el llegar a la ciudad y no encontrar ningún lugar donde quedarse. José, tratando de ofrecer lo mejor que pudiera para que el bebé naciera y su esposa pudiera descansar finalmente, halló que la única opción era un pesebre pero al fin y al cabo sería el espacio que permitiría que el nacimiento se llevara a cabo. Me imagino que con la guía divina que vendría del Señor y sus ángeles para que todo saliera bien, el bebé finalmente nació y el poder recibirlo en sus brazos, después de todo lo que había pasado, a ese pequeño bebé, fue el momento más maravilloso que borraría de la mente cualquier dificultad pasada. Eso sí lo sé y lo entiendo, porque inmediatamente nace el bebé y lo puedes ver, ya no hay dolores ni angustias, solo una felicidad inmensa que te llena todo el cuerpo, es difícil de describir. En verdad fue una mujer muy valiente.

""Mary Kept These Things and Pondered Them in Her Heart " pintura de Lonni Clarke

Algo que también admiro de María es que ella atesoraba momentos claves en su vida, como lo cuentan en las escrituras:

Lucas 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

Lucas 2:51 Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.

Creo que es importante como madres que hagamos ese ejercicio. Algunas(os) vamos olvidando con el tiempo (yo, por ejemplo jeje) por lo que los registros de las cosas importantes son clave para guardar lo que es significativo, las experiencias espirituales, los progresos que tenemos, las metas que cumplimos, las bendiciones que recibimos y en fin, todo lo que hizo que nuestra vida en la tierra fuera feliz, provechosa, divertida y de aprendizaje. Las opciones son infinitas y sea en el corazón o en papel o en un blog, debemos y podemos guardar las cosas importantes de nuestras vidas, las cuales ayudarán a nuestras futuras generaciones y también, por qué no, a tener una vejez agradecida y llena de bellos recuerdos.

Los años pasarían, Jesús empezaría a crecer y a aprender de sus padres y hermanos y a vivir una vida relativamente normal, con excepción de que Él sabía de dónde venía y cuál era su misión en a tierra, que había sido escogido para realizar la misión más importante sobre la tierra, la Expiación. Pero María también sabía esto y me imagino sus fervientes oraciones al Padre pidiendo por su Hijo. 

Los días se fueron acercando y las cosas se fueron complicando, María habría escuchado muchos comentarios, tanto buenos como malos, tanto bondadosos como crueles acerca de su Hijo, el Hijo de Dios, y eso no es nada fácil para una madre. Ella sabía lo que pasaría al final, su Hijo tendría que morir por todos nosotros y creo que allí fue donde más se aferró al Padre Celestial, a su consuelo, a la guía del Espíritu, para poder soportar todo lo que pasaría. Debe ser terriblemente duro ver como frente a tus ojos se va la vida de un hijo y mucho más sabiendo que era inocente de lo que se le acusaba, pero en el fondo creo que la fortaleza extraordinaria de María tenía como base el plan de Dios y todas aquellas cosas que había guardado en su corazón toda su vida. Ella no podía evitar sentir dolor, como ninguna madre podríamos hacerlo, pero creo que la esperanza de la resurrección y del cumplimiento de todo lo que se había profetizado (tal como en el principio, así en el nacimiento como en la muerte del Salvador) era su ancla y su manera de sobrellevar tan difícil prueba. Realmente fue una mujer de fe inalterable y muy bien cimentada, con raíces profundas que la hicieron merecedora del gran honor de ser la Madre de Jesús, la admiro por eso.

Efectivamente, todo se cumplió, el Señor resucitado se reunió con ella y con sus discípulos una vez más y María también debió guardar eso en su corazón. Su vida fue llena de bendiciones pero también de pruebas muy difíciles y gracias a su ejemplo de fortaleza y amor el Señor Jesucristo pudo nacer y cumplir su misión en la tierra. Me siento agradecida por mujeres como ella, que me dan ejemplo de cumplir su deber sin importar qué tan difícil sea.

Alejandra

"Blessed art thou among women" pintura de Walter Rane


"In the arms of Mary", pintura de Simon Dewey


"In favor with God", pintura de Simon Dewey


Y un video sobre la vida de María:



José, el padre de Jesús - Un carpintero lleno de amor.

Aunque poco sabemos de él, los versículos dedicados hablan de sus habilidades y sobre todo de lo clave que fue ser paciente con los acontecimientos y obediente a los mandatos que se le entregaron tanto en sueños como personalmente.

Los judíos consideraron a José como el padre de Jesús y Jesús hizo su parte con él, aunque desde siempre reconoció quién era su Padre Celestial, a quien debía representar aquí en la tierra. Lucas nos relata una anécdota que creo nunca la olvidaría José; me pregunto: ¿Que hizo Jesús cuando tenía 12 años de edad sin sus padres durante 3 días? Lucas 2:41-52 nos cuenta:
E iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Y cuando tuvo doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Y cumplidos los días, al volver ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin saberlo José y su madre. Y pensando que estaba entre los del grupo, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndolos y preguntándoles. Y todos los que le oían se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas. Y cuando le vieron, se maravillaron; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? Pero ellos no entendieron las palabras que les habló. Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.  Y Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
María y José nos enseñan una lección de crianza para nuestros hijos. La pregunta es valedera y la forma como reaccionaron frente a una situación como la de perder a su hijo, ¡El Hijo! La persona más importante de este planeta se les había perdido pero reaccionaron a la altura de su llamamiento, ser los padres en la tierra del Salvador del mundo. No sabemos mucho de lo que paso con José al final en la cruz, Jesucristo hace referencia a Juan cuando le dice que acoja a María su madre, tal vez José ya había fallecido y dentro de mi especulación me imagino que fue él quien lo recibió en el mundo de los espíritus. 

José, un hombre que tuvo que aceptar que el hijo que nacería no precisamente era suyo pero lo adoptó como tal, José, quien tuvo que buscar un lugar donde pudiera nacer nuestro Redentor y que a pesar de las circunstancias y de lo llenos que estaban los hostales en esa época del año pudo encontrar el pesebre donde diera lugar el cumplimiento de las escrituras. José, quien tuvo que salir a Egipto con su pequeña familia porque la vida de su hijo corría peligro y lo hizo obediente a las revelaciones que tuvo por sueños (Mateo 2:13–14). José, quien ayudó en la crianza de Jesús (y en la crianza de sus otros hijos, una familia grande Marcos 6:3) fue valeroso en guardar siempre el sentimiento de criar un hijo que no era de él pero entendía lo que significaba para el resto de la humanidad. José, quien ayudó a preparar a Jesús para lo que tenía que hacer desde que Él se los manifestó a los 12 años y aunque no entendieron pero que obedientes lo hicieron.

"Growing in Wisdom", pintura de Simon Dewey
Hoy quiero decir de José que como él pocos: valiente, honesto, recto, privilegiado de tener a María y a Jesús, un Hombre de quien Jesús sin dudas también se sintió complacido como el Padre lo hizo con Él, ha dejado un huella para seguir con lo poco que se habla de él. Hizo lo que se esperaba sin tapujos, sin peros, siempre dijo sí, siempre hizo lo que sentía, siempre siguió lo que su llamado esperaba de él. Hoy quiero que al tiempo que recordamos todo lo que hizo el Salvador por nosotros, hagamos memoria de recordar y sentir también agradecimiento por la labor de los padres de Jesús y de los tuyos.

Tal como su oficio de profesión el moldear la madera lo requería, tener la habilidad de dar los toques que se necesitan para al final tener como resultado una obra con la madera, lo logró con su hijo, el Hijo de Dios, el hermano de todos, Nuestro Salvador.

Carlos
Escena de la película católica "Mary of Nazareth", simplemente una muy tierna imagen!



"Behold the Lamb of God", pintura de Walter Rane - una de mis favoritas.

"A light to the Gentiles", pintura de Greg Olsen




Pintura de Del Parson, José y Jesús en el taller de carpintería





jueves, 12 de diciembre de 2013

SOBRE EL ENSAYO “LOS CUATRO ACUERDOS”


El ensayo “Los Cuatro Acuerdos” de Miguel Ruiz da a conocer detalles de la cultura Tolteca, que en México fueron personas con grandes habilidades. Del ensayo se lee lo siguiente sobre ellos:
“Hace miles de años los toltecas eran conocidos en todo el sur de México como «mujeres y hombres de conocimiento». Los antropólogos han definido a los toltecas como una nación o una raza, pero, de hecho, eran científicos y artistas que formaron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados. Formaron una comunidad de maestros (naguales) y estudiantes en Teotihuacan, la ciudad de las pirámides en las afueras de Ciudad de México, conocida como el lugar en el que «el hombre se convierte en Dios». A lo largo de los milenios los naguales se vieron forzados a esconder su sabiduría ancestral y a mantener su existencia en secreto. La conquista europea, unida a un agresivo mal uso del poder personal por parte de algunos aprendices, hizo necesario proteger el conocimiento de aquellos que no estaban preparados para utilizarlo con buen juicio, o que hubieran podido usarlo mal intencionadamente para obtener un beneficio personal.
"Por fortuna, el conocimiento esotérico tolteca fue conservado y transmitido de una generación a otra por distintos linajes de naguales. Aunque permaneció oculto en el secreto durante cientos de años, las antiguas profecías vaticinaban que llegaría el momento en el que sería necesario devolver la sabiduría a la gente. Ahora, el doctor Miguel Ruiz, un nagual del linaje de los Guerreros del Águila, ha sido guiado para divulgar las poderosas enseñanzas de los toltecas.
"El conocimiento tolteca surge de la misma unidad esencial de la verdad de la que parten todas las tradiciones esotéricas sagradas del mundo. Aunque no es una religión, respeta a todos los maestros espirituales que han enseñado en la Tierra, y, si bien abarca el espíritu, resulta más preciso describirlo como una manera de vivir que se distingue por su fácil acceso a la felicidad y el amor.”
Siendo los Toltecas, Mayas, Aztecas entre otras naciones, en su tiempo poderosas y ahora que podemos ver las ruinas de estas ciudades donde se puede apreciar la ingeniería, arquitectura en su esplendor, no caben dudas en que estas personas realmente fueron y son extraordinarias. Nosotros somos descendientes de estas naciones; después de la conquista española y las visitas de los emigrantes europeos y de otros continentes que llegaron a nuestro país, surgieron las nuevas mezclas de razas que ahora conocemos. Tal vez con el pasar de las décadas las tradiciones que tenían nuestros indígenas mezcladas con la religión tradicional que traían los inmigrantes permitieron que las recetas, o como las llamo "menjurjes", las diferentes formas de sanar también se mezclaron. Los temas de religión que para estas personas habían perdido la visión de lo que eran, creo que para ellos mezclar el sol, la luna, la lluvia y la tierra con un Dios que era una persona, para los conquistadores trajeron las consecuencias que ya conocemos.

Cuando leí este ensayo me pareció muy interesante, además que hablaba sobre la forma en que los Toltecas manejaban su vida espiritual y la forma de convivencia entre su pueblo me ayudó a tomar esos acuerdos como propios pero los adapté a la religión y consejos de los profetas actuales.

Los invito a que lo puedan leer, no sé si lo venderán pero en internet se encuentra con mucha facilidad en PDF.

Los cuatro acuerdos son los siguientes:

  • El Primer Acuerdo: Sé impecable con tus palabras.
  • El Segundo Acuerdo: No te tomes nada personalmente.
  • El Tercer Acuerdo: No hagas suposiciones.
  • El Cuarto Acuerdo: Haz siempre tu máximo esfuerzo.
Pues en alguna oportunidad en una reunión del Sacerdocio de la Estaca di un discurso sobre este asunto y lo adapté de la siguiente manera:

SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS

La creación de la tierra fue realizada con dedicación y fue un trabajo de varios dias. En Génesis se mencionan varias veces: “… y dijo Dios…” Las palabras tiene poder y es un poder que también al momento de ser plasmadas en las escrituras una vez las leamos también tendrán influencia en nosotros. Me encanta la frase del Presidente Benson:
“El Señor ejerce su poder desde el interior del hombre hacia afuera; el mundo lo ejerce desde afuera hacia el interior. El mundo trata de sacar a la gente de los barrios bajos; Cristo saca la bajeza social del corazón de las personas y ellas mismas salen de los barrios bajos. El mundo trata de reformar al hombre cambiándolo de ambiente; Cristo cambia al hombre, y éste cambia el ambiente que lo rodea. El mundo trata de amoldar el comportamiento del hombre, pero Cristo puede cambiar la naturaleza humana” (Ezra Taft Benson, “Nacidos de Dios”, Liahona, octubre de 1989, pág. 5.)
A medida que nosotros desarrollamos la capacidad de bendecir nuestra vida escuchando las palabras de los Profetas y nuestros líderes actuales siendo obedientes a las exhortaciones que nos dan tendremos el privilegio de entender cómo funciona en nuestra vida y la vida de los familiares y amigos, con el Poder de la Palabra. Tenemos la responsabilidad de ser cuidadosos con lo que nosotros decimos, podemos tanto exaltar la labor de las personas como también podemos ser déspotas con lo que decimos. Pero ¿Cómo puedo ser impecable con mis palabras? El consejo y la respuesta la da Para la Fortaleza de la Juventud así:


Otra parte de ser impecable con lo que decimos es que muchas veces hacemos compromisos o prometemos cosas que no cumplimos o simplemente no tenemos la capacidad de hacer. Antes de poner nuestras palabras como firma a un compromiso o promesa debemos estar seguros que tendremos la capacidad, tiempo y buen deseo de cumplir con lo que decimos. En el Libro de Mormón encontramos:
“…la predicación de la palabra tenía… un efecto más potente en la mente del pueblo que la espada o cualquier otra cosa que les había acontecido” (Alma 31:5).

ESCOJAN NO SENTIRSE OFENDIDOS (NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE)

En esta oportunidad tome un discurso del Elder Bednar que discurso en una Conferencia General sobre este tema así que aquí esta lo que él dijo sobre este punto además que el título del acuerdo también lo cambié:
Cuando creemos o afirmamos que se nos ha ofendido, solemos querer decir que nos hemos sentido insultados, maltratados, desairados o que nos han faltado al respeto. Y, desde luego, al relacionarnos con las demás personas, vamos a ser objeto de expresiones torpes que nos hagan sentir vergüenza, de observaciones carentes de escrúpulos y maliciosas, por las que podríamos sentirnos ofendidos. No obstante, básicamente, es imposible que otra persona los ofenda a ustedes o que me ofenda a mí. De hecho, creer que otra persona nos ha ofendido es fundamentalmente falso, puesto que el sentirnos ofendidos es un sentimiento que escogemos experimentar y no un estado inferido a nosotros ni impuesto sobre nosotros por otra persona o cosa. En la espléndida distribución de todas las creaciones de Dios, existen tanto las cosas que actúan como aquéllas sobre las cuales se actúa (véase 2 Nefi 2:13–14). Los hijos y las hijas de nuestro Padre Celestial hemos sido bendecidos con el don del albedrío moral, la capacidad de actuar y de escoger independientemente. Habiendo sido dotados del albedrío, ustedes y yo venimos a ser agentes, y ante todo hemos de actuar y no permitir tan sólo que se actúe sobre nosotros. El creer que alguien o algo podrá hacernos sentir ofendidos, irritados, lastimados emocionalmente o amargados disminuye nuestro albedrío moral y nos transforma en objetos sobre los cuales se actúa. Sin embargo, en calidad de agentes, ustedes y yo tenemos el poder de actuar y de escoger la forma en la que reaccionaremos ante una situación agraviadora o hiriente.

Thomas B. Marsh, que fue el primer Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles en esta dispensación, escogió sentirse ofendido por un asunto tan insignificante como la nata de la leche (véase Deseret News, abril de 1856, pág. 44). Brigham Young, en cambio, fue severa y públicamente reprendido por el profeta José Smith, pero escogió no sentirse ofendido por ello (véase Truman G. Madsen, “Hugh B. Brown—Youthful Veteran”, New Era, abril de 1976, pág. 16). En muchos casos, el escoger sentirse ofendido es síntoma de un mal espiritual mucho más profundo y más grave. Thomas B. Marsh permitió que se actuase sobre él y lo que al final se desprendió de ello fueron la apostasía y el sufrimiento. Brigham Young fue un agente que ejerció su albedrío y actuó en conformidad con principios correctos, y llegó a ser un instrumento poderoso en las manos del Señor. El Salvador ha sido el mayor ejemplo del modo en que debemos reaccionar ante sucesos o situaciones potencialmente insultantes.“Y el mundo, a causa de su iniquidad, lo juzgará como cosa de ningún valor; por tanto, lo azotan, y él lo soporta; lo hieren y él lo soporta. Sí, escupen sobre él, y él lo soporta, por motivo de su amorosa bondad y su longanimidad para con los hijos de los hombres” (1 Nefi 19:9). Mediante el fortalecedor poder de la expiación de Jesucristo, ustedes y yo seremos bendecidos para evitar sentirnos ofendidos y triunfar sobre la ofensa. “Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo”, es decir, no hay ofensa para ellos (Salmos 119:165).
El discurso completo lo encuentran aquí:

NO HAGAS SUPOSICIONES

Este acuerdo para muchas personas ha traído consecuencias graves, tal vez el suponer que alguien lo haría o que pasaría sin que yo lo verificara o me encargara personalmente que se llevaría a cabo nos ha llevado a incumplir con alguna responsabilidad. Recordarán escuchar esta frase “… es que yo pensé que usted lo había hecho…”

A veces cuando nos encontramos entrevistan a un miembro de nuestra familia o si nuestro llamamiento tiene ese privilegio tratamos de terminar las frases o pensamientos de la persona y es muy posible que mis suposiciones sean incorrectas o no concuerden con lo que el entrevistado esté pensando realmente.

Doctrina y Convenios 9: 6-7-8 lo refiere de la siguiente manera, la que me parece muy precisa porque de paso nos muestra qué debemos hacer antes para estar mejor preparados:
No te aquejes, hijo mío, porque es según mi sabiduría el haber obrado contigo de esta manera. He aquí, no has entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando no pensaste sino en pedirme. Pero he aquí, te digo que debes estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está bien; y si así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por tanto, sentirás que está bien.
Tal vez el estar pensando en suposiciones nos lleve a comenzar a ser parte de la excusa y no parte de la responsabilidad que tenemos en nuestros oficios u trabajos o cualquiera que sea nuestra responsabilidad. Realizar el ejercicio de no suponer nos llevará a estar un paso más adelante de las circunstancias que nos alleguen y estar preparando mejor como ejecutar todo lo que hagamos. No recuerdo de quién es la frase pero me parece apropiada: “Si nuestro éxito depende de un tercero, nuestro fracaso está asegurado”

HAZ SIEMPRE LO MÁXIMO DE LO MEJOR QUE PUEDAS (HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO)

Una frase por la que recordaremos siempre a nuestro ya fallecido Presidente Gordon B. Hinckley.

Recuerdo cuando la escuché, estaba sentando en la Estaca y dijo que ya había mencionado la frase: “Hagan lo mejor que puedan” pero ese día dijo: “Ahora los invito a hacer lo Máximo de lo mejor que puedan” y todo cambió.

Dar un poco más de lo que se nos pide es una decisión personal. La consecuencia de esta decisión es la satisfacción que incrementará más a medida de lo que demos. A la pregunta ¿Qué más puedo hacer? le podemos dar respuesta cuando sepamos cuánto nos han pedido y después comenzar a planear cual sería la mejor manera de hacer que lo que se me pidió pueda resultar mejor.

En el siguiente link podrán encontrar algo que hice antes de casarme y me ayudó mucho se llama En Pos de la Excelencia. Es un manual que no he vuelto a ver en los centros de distribución pero aquí lo encontré en pdf, bueno no lo encontré pero aquí les dejo el link que aparece en la pagina de lds.org https://www.lds.org/callings/relief-society/leader-resources/new-relief-society-sisters/pursuit-of-excellence?lang=spa pero cuando lo tenga en pdf lo monto para que lo tengan.

Como siempre si lo desean pueden escribir comentarios, nos gustaría saber qué piensan de los 4 acuerdos o qué tipo de acuerdos tienen personales que les han ayudado a ser mejores siempre.

Carlos