miércoles, 18 de diciembre de 2013

José, el padre de Jesús - Un carpintero lleno de amor.

Aunque poco sabemos de él, los versículos dedicados hablan de sus habilidades y sobre todo de lo clave que fue ser paciente con los acontecimientos y obediente a los mandatos que se le entregaron tanto en sueños como personalmente.

Los judíos consideraron a José como el padre de Jesús y Jesús hizo su parte con él, aunque desde siempre reconoció quién era su Padre Celestial, a quien debía representar aquí en la tierra. Lucas nos relata una anécdota que creo nunca la olvidaría José; me pregunto: ¿Que hizo Jesús cuando tenía 12 años de edad sin sus padres durante 3 días? Lucas 2:41-52 nos cuenta:
E iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua. Y cuando tuvo doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Y cumplidos los días, al volver ellos, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin saberlo José y su madre. Y pensando que estaba entre los del grupo, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndolos y preguntándoles. Y todos los que le oían se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas. Y cuando le vieron, se maravillaron; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los asuntos de mi Padre me es necesario estar? Pero ellos no entendieron las palabras que les habló. Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.  Y Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
María y José nos enseñan una lección de crianza para nuestros hijos. La pregunta es valedera y la forma como reaccionaron frente a una situación como la de perder a su hijo, ¡El Hijo! La persona más importante de este planeta se les había perdido pero reaccionaron a la altura de su llamamiento, ser los padres en la tierra del Salvador del mundo. No sabemos mucho de lo que paso con José al final en la cruz, Jesucristo hace referencia a Juan cuando le dice que acoja a María su madre, tal vez José ya había fallecido y dentro de mi especulación me imagino que fue él quien lo recibió en el mundo de los espíritus. 

José, un hombre que tuvo que aceptar que el hijo que nacería no precisamente era suyo pero lo adoptó como tal, José, quien tuvo que buscar un lugar donde pudiera nacer nuestro Redentor y que a pesar de las circunstancias y de lo llenos que estaban los hostales en esa época del año pudo encontrar el pesebre donde diera lugar el cumplimiento de las escrituras. José, quien tuvo que salir a Egipto con su pequeña familia porque la vida de su hijo corría peligro y lo hizo obediente a las revelaciones que tuvo por sueños (Mateo 2:13–14). José, quien ayudó en la crianza de Jesús (y en la crianza de sus otros hijos, una familia grande Marcos 6:3) fue valeroso en guardar siempre el sentimiento de criar un hijo que no era de él pero entendía lo que significaba para el resto de la humanidad. José, quien ayudó a preparar a Jesús para lo que tenía que hacer desde que Él se los manifestó a los 12 años y aunque no entendieron pero que obedientes lo hicieron.

"Growing in Wisdom", pintura de Simon Dewey
Hoy quiero decir de José que como él pocos: valiente, honesto, recto, privilegiado de tener a María y a Jesús, un Hombre de quien Jesús sin dudas también se sintió complacido como el Padre lo hizo con Él, ha dejado un huella para seguir con lo poco que se habla de él. Hizo lo que se esperaba sin tapujos, sin peros, siempre dijo sí, siempre hizo lo que sentía, siempre siguió lo que su llamado esperaba de él. Hoy quiero que al tiempo que recordamos todo lo que hizo el Salvador por nosotros, hagamos memoria de recordar y sentir también agradecimiento por la labor de los padres de Jesús y de los tuyos.

Tal como su oficio de profesión el moldear la madera lo requería, tener la habilidad de dar los toques que se necesitan para al final tener como resultado una obra con la madera, lo logró con su hijo, el Hijo de Dios, el hermano de todos, Nuestro Salvador.

Carlos
Escena de la película católica "Mary of Nazareth", simplemente una muy tierna imagen!



"Behold the Lamb of God", pintura de Walter Rane - una de mis favoritas.

"A light to the Gentiles", pintura de Greg Olsen




Pintura de Del Parson, José y Jesús en el taller de carpintería





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